jueves, 6 de mayo de 2010

Dame fuego

La primera vez que fume creo que tenia unos 12-13 años, le saque un Marlboro a papá, y me metí en el baño, tenía una curiosidad. Me acuerdo que cuando inhale el humo me quemo la garganta, me irrito la boca. No lo entendía, cómo era y cómo es posible que la gente fume si es tan asqueroso y ardiente. Era como el vidrio hecho humo. Me sentí frustrada más que decepcionada, creí que era inútil para todo.

Con el tiempo mis amigas y yo decidimos hacernos las originales fumando a escondidas de grandes y mostrándonos al resto de indesarrolladas pubertades, yo compraba Camel, mientras mi garganta se adaptaba a los azotes de humo y pasaba de seda a cuero.

Fue entonces cuando abandone la escolaridad, allá por mis 14 mocosos años, cuando la
nostalgia de supuestos “buenos tiempos” me llevo a prender cigarros en soledad y me transporto a sensaciones de gloria.

Al principio sentía mareos, y ese acto masoquista solía aliviarme. La sensibilidad cesaba, y un cigarrillo encendido resultaba ser una visita, una presencia. Claro que la soledad se volvió protagonista de mi tiempo, única, sola, y comenzaron las aventuras mentales, todas acompañadas de un cigarro. En unos meses el hábito de fumar se volvió un ritual repetitivo excusado por absolutamente todas mis emociones.

Pasaron los años, vi iniciarse como fumadores a amigos y hermanos, muchos desertaron, pero yo seguía sumando más dependencia al hábito y perdiendo aire, mí alrededor se tiño de humo, colores envejecidos, mi cuerpo comenzó a quejarse, y mi cerebro cada vez menos oxigenado se desesperaba, ahora era inútil para respirar.

Desde siempre el vicio desgasto mis puntos débiles que se veían menos fuertes ante la necesidad de fumar. Años atrás podía cantar, con algunas dificultades apadrinadas ahora por Lucky Strike.
Hoy mi voz se recupera en terapia intensiva.

Comencé a abandonar el pucho hace menos de una semana, corto tiempo y sin embargo, estos días me desperté y respire, todo pesa menos, es mas facil. Siento animo, había olvidado esa sensación.
Aunque poco, algo sigo fumando. Esto es genial.

0 comentarios:

Aiah Soul © 2008 Por *Templates para Você*