miércoles, 28 de abril de 2010

Maria Isabel


María Isabel Cuevas, nació el 26 de Noviembre de 1986 quien sabe a que hora y en que lugar, es increíble que después de una vida vivida a su lado, no pueda tirar dos datos básicos, pero bueno son cosas que algunos no saben de algunos mismos. Y es increíble, se que yo no nací ese día, ni a esa hora, ni en ese lugar, aunque si mi gemela, pero esta no es una hermana gemela, esta es una prima-hermana gemela.

Todo comenzó con algún eclipse, alineación de planeta, o vaya a saber que movimiento galáctico, que visitaste mi casa un día con un oso de peluche, el que adentro tenia una campana, nuestra familia no se visita con tanta frecuencia, nosotras regulamos la frecuencia, es evidente, yo tendría cuatro años, pero me acuerdo, juro por dios que me acuerdo, desde ese día yo me quise cortar el pelo como María Isabel, fui al peluquero y le dije: “lo quiero como María Isabel”.

Con Mary, crecimos como amigas, es mas quizás por tener el termino de prima presente, no es que la contaba como a una amiga mas en mi infancia, no como una de las del barrio, y es que no era una amiga mas. Mi prima fue lo más cercano a la amistad que experimente, y la primera amiga de verdad que tuve en mi vida. Se podría usar mejor el termino “hermandad”. Un vínculo completo, porque además compartimos una familia, algunos pocos casamientos, y algún que otro velorio, entre cumpleaños y fiestas sin sentido aparente que habremos inventado. Mary fue mi seguridad en el escenario, alguien necesario para sentir que al menos un par de ojos me estaban viendo a mi, a la verdadera, y eso me permitía ser en donde fuera con total libertad, porque sabia que cerca mío estaba quien complete mis frases, entienda mis miradas y se ria de mis ironías. Me hizo sentir como en casa en cualquier casa y entre amigos delante de mis enemigos. Mi prima fue la persona que vio las cosas que nadie que crea conocerme se pueda imaginar de mi, lo bueno y lo malo, lo que a veces solo sabe la familia de uno pero también eso que solo saben los amigos de uno.

Muchas veces intente olvidarme de las formas que tome en todos estos años, mutaciones que sufro desde que tengo memoria, negar el pasado, y creer que todo se va en romper fotos, que casi no me quedan.
Mary: vos fuiste testigo de todos esos cambios, pero sabes que siempre soy yo, que siempre es la misma persona atrás de todo. Cuando veo esto no me importa ser ni haber sido de una forma ni de otra, deforme, no me interesa, porque supimos ser felices, las dos juntas, inventar un juego, hablar de todo y festejar descubrimientos que ya estaban descubiertos. Vos me entendes, yo se que me entendes.

En unos meses va a ser un año que dejamos de hablarnos, a veces creo en pedir disculpas y de pronto creo que no tengo que pedir disculpas por decir lo que creo, pero si por decir, porque a veces hay cosas que no se dicen, no se exactamente que paso, y hoy la verdad es que no me interesa tampoco, esta parte del texto me parece un excedente, porque lo verdaderamente importante esta escrito antes, y se que podría continuarlo, pero este es tristemente el presente, no se que pensas, no se si te acordas de mi. No se nada de vos, excepto todo lo que importa, tus valores, nuestro vinculo, del que nadie puede opinar, lo que solo entendemos las dos. Sos mi hermana del alma, y quizás nos haga falta no decir nada, de cerca, aunque yo a veces siento una conexión, un llamado, eso que no se puede romper. Crecemos tenemos crisis cambios, y en algún momento esto nos iba a tocar, quisiera saber si mi corazón sigue en sintonía, o son solo alucinaciones, quisiera saber.

La única foto que tenemos solas.

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